Cada año se reflexiona con inquietud y pesar como la cifra de muertes por suicidio aumenta en Estados Unidos. Se observa que estas muertes cruzan líneas de género clases sociales y culturas y etnias. Los estudios indican que, en el 2015, 44,000 personas se quitaron la vida en Estados Unidos y 800,000 se suicidan alrededor del mundo cada año.
De acuerdo con el Suicide Prevention Center, la población en mayor riesgo en los Estados Unidos la constituyen individuos entre los 15-34 años, siendo la segunda causa de muerte en esa población. En personas de 35 a 54 años, es la cuarta causa de muerte y la número 17 en poblaciones de 65 años o más de edad. En los niños/as de 10 a 14 años, es la segunda causa de muerte.
No obstante, los estudios también establecen estas muertes por suicidio pueden ser prevenidas y detenidas. Es ahí donde se vincula la importancia de conocer sobre la conducta suicida. Las causas de la conducta suicida no pueden ser reducidas a una sola. El Dr. E. Joiner en su libro “Why people die by suicide” expone tres componentes necesarios, que pueden inducir a una persona a quitarse la vida, los primeros dos van juntos:
- Sentido de pertenencia frustrado.
- Sentir que es una carga para los demás.
- Capacidad adquirida o aprendida de sobreponerse al temor natural de la muerte.
Las personas en riesgo de quitarse la vida pueden mostrar características tan variadas como la desesperanza, depresión, enfermedades mentales, abuso de sustancias, condiciones médicas, victima de violencia, intentos previos, entre otros. Nuevos estudios destacan el factor perfeccionismo o presión externa hacia la perfección, como predictor de la conducta suicida aun por encima de la desesperanza. Así mismo el “bullying” como un factor predictor de la conducta suicida entre los/las jóvenes pre-adolescentes y adolescentes siendo el riesgo mayor a los 15 años.
Los factores de riesgo en las personas que marcan el paso de la ideación suicida al acto suicida son aquellos/as con mayor tolerancia al dolor físico y aquellos/as que tienen menos temor a la muerte y al daño físico. Otro hecho importante asociado a la conducta suicida lo establecen los estudios reportados en la revista American Journal of Public Health (Vol. 105, No. 10, 2015); los cuales asocian el ver videos violentos gran parte del tiempo con un aumento en la perdida del temor a la muerte.
Relaciones con alto grado de conflicto o violentas, sentido de aislamiento, falta de apoyo del grupo familiar o social, historial familiar de suicidios, presiones económicas o del trabajo pueden mediar en conductas suicidas.
En cada grupo de edad, existen tipos de comportamientos particulares que han sido señalados como indicadores de peligrosidad para la conducta suicida. De igual manera existen unos factores protectores para la PREVENCION DEL SUICIDIO. Es parte de nuestra responsabilidad aunar esfuerzos, no importando el rol que desempeñemos, aprender a identificar los riesgos que muestra un/una persona suicida y a su vez poder apoyarle para evitar una nueva tragedia.