Pornografía: Detectando conductas de riesgo en el adolescente
Ada Rosabal-Silva Psy.D ACC
El gran problema del que nadie habla: LAS ADICCIONES. Lamentablemente el que no se hable de ellas no significa que no estén presentes de manera u otra en las vidas de la mayoría de la población a nivel mundial.
Estamos hablando de sustancias controladas pero también de la adicción al sexo, la masturbación y a la pornografía, comer en exceso, comprar en exceso así como a la adrenalina y a la tecnología.
La pregunta seria, aunque el tema de las adicciones no es nuevo, que hace su que su uso este tan extendido y generalizado en la actualidad. ¿Podría ser un intento de escapar aunque sea temporeramente de la realidad? De acuerdo a expertos debido a los cambios tan abruptos que ha traído la tecnología se ha suscitado un cambio en los valores que rigen la sociedad a saber, el egoísmo, la búsqueda del placer por el placer en sí y la tendencia a hacer cada vez menos para lograr metas personales o del bien común.
Es nuestra opinión, que el resultado de ese cambio en valores podría estar asociado a una deshumanización, que en conjunto con la tecnología, amenaza en convertirnos en seres con un vacío interior similares a máquinas. Ante este vacío existencial, el comenzar a utilizar los medios para llenarlos no se hacen de esperar.
De acuerdo al Dr. Patrick Carnes, experto en el tema de las adicciones, la adicción al sexo y a la pornografía es la de más alcance en toda la población de E.U. Añade que la misma es más difícil de detectar y trabajar porque ocurre en la privacidad de la vida de la persona, es ampliamente difundida en los medios de comunicación y la tecnología, no está prohibida por la ley y es ampliamente aceptada.
SERGIO CAMACHO IANNINI asegura que es un hecho ver como la pornografía se ha convertido en una práctica cotidiana para cada vez más personas: a diario circulan en el mundo más de 2.500 millones de correos electrónicos con material sexual y se hacen 68 millones de búsquedas relacionadas con el tema; se sabe que una de cada tres personas que ve porno es mujer, y el 12 por ciento de los sitios web son pornográficos.
Problemas que genera la adicción al sexo:
- La vida de la persona gira alrededor de la necesidad de satisfacción inmediata a través de la sexualidad basada en pornografía.
- La pornografía ocupa toda su energía física, psíquica y social, a menudo afectando la ejecución académica, deportiva y de relaciones.
- En etapas avanzadas de la adicción recurren a la pornografía dura. Esta presenta a la mujer como objeto sexual, en prácticas sin protección, grupales o incluyendo sado-masoquismo las cuales presentan como normales.
- Incapacidad de mantener el control provocando conductas de riesgo
- Enfermedades de transmisión sexual
- Pensamientos obsesivos continuos con temas sexuales
- Aumento en los negocios ilícitos (el crimen organizado controla ese negocio)
- Posible colaboración con secuestros, tratas de blancas, violaciones
- Posible asociación con el consumo de sustancias
Se ha encontrado que el lóbulo frontal del cerebro se encoge en las personas adictas a la pornografía, de la misma manera que sucede con los adictos a drogas y al alcohol. Se libera dopamina que causa placer en todo el sistema. El juicio puede quedar afectado provocando agitación e impulsividad. En adolescentes se puede crear una enajenación social y/o inseguridad en las relaciones románticas con el sexo opuesto.
Al igual que en el resto de las adicciones, es importante notar que no todo el que mira pornografía es un adicto ni se va a convertir en adicto. De igual manera, la adicción a la pornografía pasa por diferentes etapas antes de convertirse en adicción. También que existen unas situaciones individuales particulares que podrían hacer más vulnerables al joven para entrar en una situación de adicción.
Etapas de la adicción a la pornografia
- Exposición temprana
- Adicción
- Escalamiento
- Desensibilización
- Mal comportamiento sexual
Identificando conductas de riesgo
1-Conozca el tema de la comercialización del sexo y la pornografía.
2-Hablen del tema en la familia. Haga la distinción entre una sexualidad sana y saludable y cuando se convierten en adicción.
3- Hablen de las diferentes adicciones y como saber si tenemos una adicción al sexo y pornografía
4-Fomente la confianza en sus hijos, estructurando la comunicación familiar profunda y sincera.
Enséneles que la sexualidad está asociada al amor en la pareja, que la vea como un valor.
5-Las señales de este tipo de adicción a menudo pasan desapercibidas, debido a la privacidad en que se realizan. Explore el uso de canales pornográficos que ven en la TV, computadora, I Phone. .
6- Permanezca al tanto de las amistades, los comentarios que hacen, si se da la oportunidad, hábleles de la adicción a la pornografía con datos reales (no sermoneando).
7- Evalúe las relaciones románticas, a menudo cuando hay adicción se minimizan o se obvia
Prevención
Una solución al gran problema de las adicciones es enfocar en la prevención. Prevención no significa atemorizar a la población sobre las consecuencias de las adicciones. Se trata más bien de concienciarnos, volver a lo básico hacia el re-encuentro con nuestra espiritualidad que es la sede de los valores inmutables y fuente de fortalezas internas desde el AMOR de Dios.
Es también un llamado a construir puentes de amor con la familia, la escuela, las comunidades y medios de comunicación con Amor y desprendimiento total. Es trabajar intensamente con el convencimiento de que todo está en definitiva en manos de Dios.
Experto en EEUU explica consecuencias ignoradas de la pornografía
Robert Peters, Presidente de Morality in Media
NUEVA YORK, 30 Ene. 09 / 08:10 am (ACI).- El Presidente de Morality in Media (MIM – Moralidad en los Medios), Robert Peters, explicó en una reciente conferencia las consecuencias ignoradas de la pornografía, el costo social que ésta genera; y cómo la adicción a este mal se convierte en un serio problema para quien la sufre.
En una reciente conferencia titulada “Los costos sociales de la pornografía”, dictada en el Kings College de Nueva York, Peters comienza relatando su propia experiencia y cómo desde pequeño tuvo acceso a la pornografía porque su padre tenía tres cajas con revistas de este tipo y que incluso llego a escribir sus propios relatos pornográficos” con lo que se muestra “lo fuerte que puede ser el lazo de la pornografía en la vida de un niño, un adolescente o un joven adulto“.
El Presidente de MIM cuenta luego que al volver a la fe en el segundo año de derecho se encontraba “fumando como una locomotora, tomando como un pez y yendo a Time Square regularmente para comprar revistas pornográficas. Me tomó un año dejar de tomar, dos años dejar de fumar y siete años dejar de ir a Times Square. Este es otro indicativo de lo adictiva que puede ser la pornografía”.
Al hablar luego de los costos sociales de la industria pornográfica, Peters comienza describiendo el drama de las mujeres que participan en ella. Desde que empezó a investigar, explica, “he visto muchas fuentes que indican que la mayoría sufrieron abuso sexual o fueron muy maltratadas cuando niñas”.
Citando luego un estudio sobre este trágico tema, el abogado señala que muchas llegan “desencantadas, con sus cuerpos y con su sexualidad venida a menos a causa de un abusador”.
Dado además que la pornografía se produce mayoritariamente para hombres y que cuando estos se vuelven adictos buscan cosas “más duras, explícitas, desviadas” estas mujeres son pagadas “para que den la impresión de disfrutar la degradación y la violencia, cuando la realidad es muy distinta. Algunas consumen drogas para paliar el dolor o adormecer su sensibilidad“, explica el Presidente de MIM.
Ese no es el único problema, precisa Peters, ya que “muchas de estas mujeres contraen una o más ETS, y para todas, hay un permanente registro de la degradación. Creo que el tráfico sexual es parte de la explicación de porqué hay tanto pornografía dura disponible en Internet”. “No todas estas mujeres son pagadas. Algunas (tal vez muchas) son forzadas. Y cuando los adolescentes y los adultos buscan este abominable material, ayudamos a crear el mercado que asegura que se hará más de esto”, añade.
El Presidente de MIM describe algunos de los daños que la pornografía causa a los niños y precisa que “muchos hombres que son adictos a ella la vieron por primera vez siendo niños. La exposición a la pornografía puede llevar a la adicción que le roba a los niños la oportunidad de desarrollarse de manera saludable psicológica, moral y espiritualmente”. Según recientes
estudios, añade, con Internet “los niños están expuestos a la pornografía cada vez a más temprana edad”.
En el caso del matrimonio, otro especial ámbito duramente golpeado por este mal, suele “ser el esposo quien es adicto a la pornografía. Esta adicción puede afectar negativamente (destruir) el matrimonio de muchas maneras: el esposo puede perder el interés sexual en su esposa, o actuar sus fantasías alimentadas por la pornografía con su cónyuge, o en vez de ella con una prostituta. Puede gastar decenas de miles de dólares alimentando su adicción. Incluso si la adicción no destruye el matrimonio, puede causarle al cónyuge inocente mucho dolor”, indica Peters.
Al comentar luego que la adicción a la pornografía también aleja a los varones del matrimonio, porque “muchos jóvenes adultos prefieren la masturbación delante de una computadora en vez de pasar tiempo con una mujer”, el abogado advierte, citando numerosos estudios, que la pornografía también genera futuros agresores sexuales de diversa índole a raíz de la degeneración producida en la persona.
Tras exponer brevemente cómo el crimen organizado domina la industria pornográfica, Peters señala que “habiendo vivido y trabajado en la ciudad de Nueva York por más de 35 años, entiendo totalmente que la actual ‘explosión de obscenidad’ no es el único problema que nuestra nación enfrenta. Pero sí es un problema que está causando un daño inmenso a los matrimonios y a los niños y que está relacionado a la difusión de las enfermedades de transmisión sexual, incluyendo el SIDA, a la explotación sexual de menores, a los abusos sexuales y la violación, al acoso sexual en el trabajo, y al tráfico sexual”.
“Como un cáncer, la pornografía no mata rápidamente, pero eventualmente mata“, concluye. Internet ha hecho que el acceso a la pornografía sea fácil para niños y jóvenes. Un estudio realizado en la Unión Europea el año pasado reveló que un cuarto de los niños de entre 9 y 16 años han visto pornografía y que un tercio de los jóvenes de 16 a 18 años han visto fotos sexuales en sus celulares en el colegio.
Programas como Naomi, de Microsoft, y Antiporn, de Softonic, son herramientas con las que los padres pueden controlar las páginas que ven sus hijos. Por otra parte, la psiquiatra Olga Albornoz aconseja a los padres dialogar con sus hijos “sin satanizar el tema y enseñarles que las relaciones sexuales deben girar alrededor del amor”.